Las guerras de Marruecos son uno de los capítulos más desconocidos de la historia de España, y yo por lo menos, no recuerdo que en el colegio nos hubiesen explicado con la amplitud de otros conflictos (léase las guerras de Flandes o la casi contemporánea pérdida de las colonias américanas).
Sin entrar en mayores consideraciones, el llamado desastre de Annual, producido por la soberbia de unos mandos que menospreciaron al enemigo y promovido por un Rey que tenía oscuros intereses en la zona (al parecer era accionista de una empresa de fosfatos e instigó a su amigo personal, el General Silvestre, a pasar por encima de su superior el General Berenguer, cuando le telegrafió la famosa frase “Olé tus cojones” cuando aquél comenzó su alocado avance por el Rif) es una muestra de cómo nos va a los españoles, con más 10.000 bajas y como se ocultaron las conclusiones del llamado “informe Picasso” para el esclarecimiento de los hechos.
Pero, en medio del desastre, aparece la figura del Regimiento de Cazadores de Alcántara nº 14, que circunstancialmente al mando del Teniente Coronel Fernando Primo de Rivera (hermano del que sería más tarde dictador).
Tras la masacre y el suicidio del General Silvestre, la retirada de Annual, comenzó a las 11:00 horas tras una larga preparación, pero las alturas del norte, que dominaban la vía de escape ya habían sido tomadas por los rifeños. En el comienzo del abandono comenzaron a recibir disparos, comenzó el caos, las unidades rompieron el orden de marcha. Sin nadie que cubriera la retaguardia, los hombres trataron de ponerse a salvo huyendo convirtiéndose en una desbandada general. En las cuatro horas aproximadas que duró el desastre murió un total aproximado de 2.500 españoles.
Los supervivientes, organizados por el general Navarro, segundo jefe de la Comandancia de Melilla, El 23 de julio de 1921 retrocedieron hasta Dar Drius, y se encargó al Regimiento de Cazadores de Alcántara nº 14 la protección de las tropas en retirada, el cuál atacó a los Rifeños con una carga logrando atravesar la línea enemiga, dar la vuelta y atacar por la espalda a los rifeños. Con ello consiguió la que la columna llegase en orden a Dar Dríus.
Navarro decidió una nueva retirada de Dar Dríus a Batel. A las 13:30 horas partió la vanguardia, y se inició una dura marcha bajo el fuego enemigo. El Regimiento de Alcántara protegió el avance con ametralladoras y constantes cargas, pero para llegar a Batel se debía vadear el río Igan, donde los rifeños habían apostado un gran número de efectivos. El general Navarro ordenó a Primo de Rivera cargar por el flanco izquierdo de la columna, debido a que su unidad era la única organizada. El teniente coronel se dirigió a sus hombres con la famosa arenga:
"¡Soldados! Ha llegado la hora del sacrificio. Que cada cual cumpla con su deber. Si no lo hacéis, vuestras madres, vuestras novias, todas las mujeres españolas dirán que somos unos cobardes. Vamos a demostrar que no lo somos".
Los jinetes del Alcántara se lanzaron a la carga hasta que la columna cruzó el lecho del río Igan. Para conseguir tal éxito el Regimiento de Alcántara tuvo que atacar hasta en cuatro ocasiones, contra los rifeños apostados en la trinchera del rio Igan, lo que ida y vuelta totaliza ocho (o siete según algunas fuentes) cargas.. En su última carga, los caballos estaban reventados y algunos jinetes atacaron a pié. Hombres y bestias murieron en formación cerrada al otro lado del río, como fueron encontrados cinco meses después.
En esta gesta murieron 28 de los 32 oficiales y 523 de los 685 miembros de la tropa, pero lograron salvar a la columna de Navarro que llegó a la posición de Batel gracias a su sacrificio.
Si quienes realizaron tal proeza, no se tiene conocimiento de ninguna otra carga de caballería al paso, pues al final los caballos estaban literalmente reventados, en toda la historia, fuesen américanos, tendríamos cientos de películas al respecto, pero ya se sabe como somos los españoles, así que, aquí va mi particular homenaje a los héroes del Alcántara.
Después del tocho histórico – pero creo que necesario – el custom, representando a un cabo de Cazadores de Alcántara en Marruecos, en 1921.
Como siempre, salvo el maniquí, de PDJ y con las estupendas manos de Juanma, el resto está hecho por mí desde cero.
Hay algunas incongruencias históricas, por ejemplo, en la época de la carga aún se llevaba el correaje de bandas cruzadas y yo le puse la cartuchera que comenzó a usarse en 1922 (pero cuando me enteré de que era posterior ya la tenía hecha, me gustó y preferí dejarla así, pero no es correcta).
Tampoco es correcto poner la funda de la tercerola y ésta con correa portafusil, ya que evidentemente, lo uno o lo otro. Lo correcto sería la bandolera con gancho y funda en la silla, que fue paulatinamente sustituída por la correa portafusil, pero como con la cartuchera, ya la tenía hechas y me gustó el resultado de ambas y así la dejé.
Finalmente, me trajo a mal traer, valga la redundancia, la cantimplora, porque no encontraba ninguna documentación de la época y me decidí por un modelo que creo que es posterior. Ya sabía que se llevaba una bota de vino, pero me preguntaba como se llevaría el agua, hasta que viendo una estupenda serie de TVE, “La forja de un rebelde”, me enteré que por eso de la disentería, no se bebía agua y tan solo se llevaba la bota de vino.
El resto, creo que es bastante correcto. Gracias a todos lo que colaboraron en la documentación, en especial a Silkar y Húsar de la Princesa, que me aclararon muchas dudas.
El jinete del Alcántara en orden de marcha.
Una parte muy importante de un jinete de caballería es el cuidado del caballo, y aquí tenemos a nuestro cabo almohazando al caballo, revisando las herraduras, etc.
El equipo, que es todo practicable, como véis.
Ensillando al caballo
Poniendo el equipo
Y el armamento (tercerola Mauser 1895)
(sable Puerto Seguro)
Preparado para montar
A caballo
A la carga
Finalmente, con su compañero, un Dragón de Numancia nº 11 (reconocible por los botones dorados del uniforme y el emblema del águila fénix)
Bueno, perdón por el ladrillazo, pero me embalé, y espero que os guste.