¡Hola!
Esta navidad un amigó me pasó los restos de su madelman de la infancia para que se lo restaurase. El maniquí venía con la cara bastante tocada, el muslo derecho con la articulación de rodilla rota, le faltaban el izquierdo y las manos y antebrazos. La ropa y complementos estaban bastante bien, salvo por una falta en el catalejo y la bandolera, cuarteada y con el remache del fiador suelto.
No dispongo de piezas originales de desguace. Estaría bien poder contar con despiece de reedición para restauraciones , pero como no es el caso me he tenido que apañar con injertos de altayuela. De todas formas la operación es reversible, si más adelante alguna de las dos opciones mencionadas estuviera a mi alcance.
Este es el material, con el maniquí ya montado con los injertos:
Detalle con las intervenciones en el maniquí:
Aspecto de la cara antes de la operación de estética, osease, método cachivache de la carne derretida (ya tenia ganas de probarlo):
Naríz y boca restaurados (el método es fantástico, Carlos), con ojos y cejas repintados a mano:
Luciendo con sus viejos y nuevos complementos; parche de goma, plano del tesoro y pistola realizados para la ocasión:
Planificando su próxima aventura:
Las manos altaya le quedan como a un santo dos pistolas, pero por ahora es lo que hay. Las he pintado para igualar el tono al del muñeco:
Mis intereses van más por el custom, pero siendo esta mi segunda restauración de un vintage, tengo que decir que aunque hay poco margen para la innovación, el ver resurgir poco a poco la figura me resulta muy gratificante. Nunca tuve este modelo en mano, y para mi gusto es una auténtica preciosidad. Si tengo ocasión y posibles he de hacerme con un original para mi.
Listo para ser entregado a su dueño, en la misma caja de habanos en la que ha estado guardado casi treinta años:
Agradecimientos:
- Cachivache, por ese ¡pedazo de tutoriarrrl!
- Javivela, por la bandolera que venía en el lote de complementos con el que me obsequió.
- Sanitario y fco. y sus madelman, por el asesoramiento con el plano del tesoro.
¡Ea!, otro muchacho que se reincorpora a la vida juguetíl
Un saludo para todos