Erase una vez en un bosque que no era ni encantado ni encantador, un bosque y punto, Un hada acalorada decidió refrescarse los pies en una charca. A su vez un unicornio sediento se acercaba para tomarse un drinking fresquito, y ahí se armó, el unicornio se pilló un cabreo del quince al ver al hada chapoteando, y a voz en grito le dijo: Oiga Señora, ya esta quitando los pinreles del agua que me la envenena. El Hada se quedó pasmada y con voz airada replicó, Que falta de respeto, ¿ no sabes que soy un hada de primera categoria? jamelgo maleducado. El unicornio que no se acojonaba fácilmente le contestó: Vamos a ver mariposa cegata, yo soy un uniconio de categoria única, y me la trae al pairo lo que seas tú, porqué un pinrel sucio contamina igual sea de hada o de angel, asi que o los quitas ya o aviso al Seprona, guarrila alada. Al Hada no le hizo ninguna gracia esto último y muy digna acabó por decir: Ya me habian avisado que eras un bruto, y me niego a permanecer un segundo más en tan desagradable compañia, entendido!1, y salió volando.
Epilogo; Despues de la tempestad viene la calma, han hecho las paces, son felices y comen perdices, ella y hierba él. Fin