Con permiso de Ramón, aquí va una muestra de una ilustración, sacada del libro Rocroy 1643 de Editorial Almena en su colecció Guerreros y Batallas.
Y aunque tu digas que no eres un gran customizador, para mí que te han quedado bastante similares a la realidad.
Desgraciadamente la imagen de elegancia que tenemos de los Tercios, no siempre fue así. Los fallos logísticos, así como la ruina económica en que se sumía el imperio en determinadas épocas, provocarón una falta de uniformidad que desembocó en una variopinta colección de vestimentas en los Tercios en Campaña. En algunos casos los soldados se veían en la necesidad de vestir con ropas civiles en el mejor de los casos e incluso medio descalzos y con harapos en otros.
Lo único que les hacía distinguirse en combate a todos era la enseña roja, representada, bien con plumas en el sombrero, brazaletes o aspas rojas cosidas a sus jubones y coletos de cuero.
Así que, compañero, no has ido tan desencaminado en tu apreciación de lo que podían ser artilleros españoles en campaña, en absoluto. Unicamente, y si me lo permites, aún a riesgo de que me mandes a hacer puñetas, quitales los pantalones del pijama y ponles cualquier otro de Altaya de Pirata, del policía militar o de Festiman teñidos en algún color pardo, algo así.