Hace ya bastante tiempo, no recuerdo ni que buscaba en internet, me topé con la curiosa historia del nacimiento de Las Vegas, la famosa "ciudad del pecado" de los EEUU. Pues bien, Las Vegas, su nombre lo dice todo, fue "descubierta" en 1829 por un comerciante cántabro de Laredo, Antonio Armijo, que recorriendo una ruta que habían trazado dos frailes dominicos, los padres Rodríguez y Escalante que trataban de unir Santa Fé, en Nuevo México, con Los Angeles, en California, se encontró con unos manantiales en medio del desierto del Mojave, lo que supuso una fuente de ingresos y se creo el llamado todavía hoy Old Spanish Trail (Viejo Camino Español), y del que luego se apropió el yankee Freemont en 1844.
A raíz de esto, me despertó la curiosidad por la presencia española en el Oeste américano y me encontró con que muchas cosas que las películas nos venden como fruto de los esforzados pioneros y mountain mans anglosajones, ya eran conocidas por los españoles, que fueron los dueños y señores del territorio.
En una de estas, me encontré con las actas de un juicio, celebrado en Santa Fé, en 1813, en la que se condenaba a dos comerciantes españoles (al menos uno de ellos era natural de Santander y había sido Oficial de los Ejércitos del Rey y el otro, aunque no está claro si ya había nacido en América, era de familia española) de la localidad de Santa Rosa de Abiquiú, Don Mauricio Arce y Lago (en otros documentos se le llama Largo) García, por comerciar con los indios ute, y en dichas actas aparece documentada por primera vez la palabra "comanchero" como sinónimo de comerciante con los indios en el vasto territorio de La Comanchería.
Todo el juicio estuvo rodeado de oscurantismo y cosas "raras": al parecer, Arce y García, acompañados de otros 7 vecinos de Abiquiú, y con una reata de 200 mulas cargadas de mercancías, trataban de llegar a California y por el camino se toparon con una partida muy numerosa de indios, que les obligó a cambiar esclavos por las mercancías, amenazando con matarles las mulas si no accedían.
Es un misterio el porqué solo se juzgó a Arce y García y que estos aceptasen de buen grado la multa, lo que hace suponer que todo el meollo de la cuestión fue que en realidad estaban contrabandeando, sin pagar los preceptivos impuestos, los pillaron con las manos en la masa, y se salvaron pagando una multa, y supongo yo, la correspondiente "mordida" a los funcionarios del Rey.
Así pues, yo me imagino a nuestros buenos compatriotas, como lo somos ahora, procurando escaquearse y pagar lo menos posible, dos tipos de redaños, grande sjinetes y tiradores certeros, que tenían más miedo a las Aduanas que a las flechas de los indios
Pues sin más, mis dos Comancheros
Mauricio Arce
Lago García